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terapia ocupacional

Terapia Multisensorial en personas con Enfermedad de Alzheimer

Terapia Multisensorial en personas con Enfermedad de Alzheimer, es un tipo de intervención no farmacológica, que permite el desarrollo de funciones cognitivas, emocionales, motoras y psicosociales cuyos beneficios son: oportunidad de movimiento y actividad, expresión emocional, favorece la percepción de sensaciones, adquisición de aprendizaje, promueve la interacción con el entorno, toma de conciencia de sensaciones y percepciones, facilita la comunicación, proporciona sensación de bienestar, incrementa el tiempo de atención y concentración, disminuye la apatía, la agresividad y las conductas disruptivas.

El enfoque Snoezelen, multisensorial, es una terapia que provoca un despertar sensorial, favoreciendo la comprensión de los otros, del mundo y de sí mismos, a través de estímulos y actividades significativas, y partiendo siempre de las necesidades básicas de la persona, así como de su desarrollo real.
 

Terapia multisensorial para personas con la enfermedad de Alzheimer
Sala Snoezelen: estimulación multisensorial

Sala Snoezelen: estimulación sensorial para personas mayores con demencia

Esta técnica lleva practicándose mucho tiempo, pero fue a finales de 1970 cuando comenzó a trabajarse el concepto snoezelen, que enseguida fue asimilado por países nórdicos, Estados Unidos, Canadá y Australia. En España, comenzó a introducirse a partir de este siglo.

 ¿En qué consiste la terapia multisensorial?

La terapia multisensorial  en personas con enfermedad de Alzheimer consiste en la creación de una serie de espacios de modo que se establece un entorno controlado en el que se establecen un conjunto de estímulos multisensoriales. Estos se conocen como salas sensoriales o Entornos Multi-Sensoriales (MSE). Cada uno de ellos se habilita con un grupo de elementos que hacen posible vivir una serie de experiencias en la que se activan los diferentes sentidos: 

Terapia multisensorial para personas con la enfermedad de Alzheimer

Sistema auditivo: El sonido, las melodías que imitan distintos ambientes. 

Sistema gustativo: alimentos dulces, salados, etc.

Sistema olfativo: flores, aromaterapia, etc.

Sistema visual: luces, las imágenes, los colores, etc.

Sistema propioceptivo-tacto: materiales que ofrecen texturas diversas, que cambian de temperatura o que vibran.

Sistema vestibular: movimiento.

Trabajo con diferentes fases de Alzheimer

Cuando vamos a trabajar con estimulación sensorial, resulta fundamental saber cuál es la intensidad del estímulo que vamos a dar, el tiempo que lo vamos a exponer, la localización etc.… debe estar ajustada a las necesidades específicas de cada persona y su objetivo principal es el de mejorar la calidad de vida de los usuarios.

Dependiendo de la fase del Alzheimer en la que se encuentre la persona se puede adaptar el trabajo:

En la fase inicial, hay que reducir el estrés, mejorar la autoestima y el estado de ánimo a través de ambientes relajados. La más utilizada suele ser la musicoterapia ya que sirve para evocar recuerdos y experiencias. De esta forma, se le ayuda a trabajar la memoria de forma lúdica.

En la fase intermedia, se intenta reducir alteraciones conductuales y aumentar la concentración. Para ello, se utilizan las luces, sonidos y sabores, teniendo en cuenta las preferencias y costumbres de cada usuario.

En la fase severa, las actividades se orientan a mantener y mejorar la atención, la conciencia del entorno, la estimulación del lenguaje y el movimiento, así como reducir el dolor e inducir a la relajación favoreciendo la sensación de bienestar y mejorando la calidad de vida.

Realmente para hacer una estimulación sensorial no necesitamos una sala multisensorial, debe hacerse de forma pautada y adaptada a las necesidades de cada paciente, hay que tener en cuenta sus intereses para revitalizar sus recuerdos. 

Actividades

Olfato

  • Acercar olores para estimular el apetito además de buenos recuerdos (café, pan recién horneado,etc.).
  • Poner flores en la habitación.
  • Pueden realizarse juegos como: con unos vasos opacos (no se pueda ver el contenido) adivinar el contenido del interior: se puede poner limón, canela, etc.

Gusto

  • Darle algún alimento que sepamos comía en su juventud.
  • Introducir un alimento nuevo que sea fácilmente distinguible.
  • Jugar con los ojos tapados a degustar varios alimentos y establecer si son dulces, agrios o salados.

Oído

  • Realizar alguna lectura que le guste: prensa, cuentos, etc.
  • Escuchar música con la que creció y asegurarse de incluir artistas o canciones favoritas.
  • Crear ruido de fondo continuo como sonidos de la naturaleza o música clásica.
  • Realizar tarjetas con géneros musicales (pasodobles, sevillanas, música clásica, etc.) y cuando suene deben levantar la tarjeta correcta.
  • Buscar en la sala a la persona que está haciendo ruido con un instrumento, como por ejemplo un tarro.

Tacto

  • Crear una «caja sensorial» llena de artículos personalizados y recuerdos.
  • Utilizar juguetes diseñados para la estimulación sensorial.
  • Tocar a la mascota.
  • Contacto físico: cogerse de la mano o abrazarse.
  • En un recipiente lleno de arroz, esconder diferentes elementos (nuez, llave, moneda, etc.) para que al tocarlos puedan identificarlos.
  • Adivinar números que se dibujan con los dedos en la espalda.  
  • Realizar figuras sencillas con plastilina, moldeando.
  • Dar elementos de diferentes texturas.

Vista

  • Adornar el entorno.
  • Utilizar tarjetas de colores que se consideran relajantes al decorar, como verde, rosa o azul.
  • Ver sus películas favoritas.
  • Buscar las diferencias entre varias imágenes.
  • Identificar objetos mediante sombras.

 Nada llega al intelecto que no haya pasado antes por los sentidos.

Aristóteles

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